06 agosto 2009
HACE 64 AÑOS E.U LANZO LA BOMBA ATOMICA SOBRE HIROSHIMA Y NAGASAKI
Bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945.
El recuento de los muertos
En Hiroshima la inmensa bola de fuego y explosión de Little Boy mató instantáneamente entre 70.000 y 80.000 personas. Otras 70.000 fueron seriamente heridas. Como escribe Joseph Siracusa, autor de “Nuclear Weapons: A Very Short Introduction,”: “En un terrible momento, fue destruido… un 60% de Hiroshima. Se calcula que la temperatura de la explosión llegó a más de un millón de grados centígrados, que inflamó el aire circundante, formando una bola de fuego de cerca de 250 metros de diámetro.”
Supervivencia en Hiroshima
Los que de alguna manera lograron sobrevivir se llaman Hibakusha, lo que significa literalmente “los que fueron bombardeados.” La mayoría de los habitantes de las dos ciudades que milagrosamente subsistieron a esos calurosos y terribles días de agosto tienen, si están vivos, unos setenta u ochenta años, y siguen relatando sus singulares historias de horror, destrucción y supervivencia. Sus llamados urgentes por la paz, el desarme, y la expiación a menudo no son escuchados por la cultura estadounidense del Siglo XXI que a menudo parece recordar apenas lo que sucedió la semana pasada, mucho menos hace 64 años. Con el pasar de los años muchos de ellos han viajado a EE.UU. a contar sus historias y a mostrar sus cicatrices, exigiendo que nunca olvidemos y que el mundo trabaje hacia el desarme nuclear.
Akihiro Takahashi tiene 77 años, pero parte de él será siempre el muchacho de 14 años haciendo fila con sus compañeros de clase el 6 de agosto de 1945, a menos de una milla del lugar en el que detonó Little Boy. Todavía recuerda cómo él y sus compañeros fueron derribados por la explosión. Cuando volvió a levantarse: “sentí que la ciudad de Hiroshima había desaparecido repentinamente. Luego me miré y vi que mi ropa se había convertido en harapos debido al calor. Probablemente me quemé en la parte trasera de la cabeza, en mi espalda, en ambos brazos y piernas. Mi piel se despellejaba y colgaba.”
Desde entonces, Takahashi ha sufrido muchas operaciones y pasado incontables horas en el hospital para reparar el daño causado en ese solo instante. Esa mañana de agosto, comenzó a caminar a casa – aunque quedaban pocas casas en la ciudad arrasada – deteniéndose para calmar el terrible calor y el dolor de sus quemaduras en el Río Ota que pasa por Hiroshima.
Por el camino, encontró a amigos heridos, entre ellos un niño con terribles quemaduras en la planta de sus pies, a quien llevó consigo. “Cuando estábamos descansando porque estábamos tan agotados,” relató en una historia oral, “encontré al hermano de mi abuelo y a su mujer, en otras palabras, tío abuelo y tía abuela, que venían hacia nosotros. Fue una verdadera coincidencia… Tenemos un proverbio sobre el encuentro con Buda en el Infierno. Mi encuentro con mis parientes en ese momento fue precisamente como eso. Me parecieron ser Buda vagando en el verdadero infierno.”
“Jigoku de hotoke ni au you” es la frase. En castellano, el equivalente sería “un oasis en el desierto,” algo raro que suministra mucho alivio. No hubo muchos oasis semejantes ese día en Hiroshima.
Tres días después, Fat Man estalló a 560 metros sobre Nagasaki, con la fuerza de 22.000 toneladas de TNT. Según "Hiroshima and Nagasaki Remembered," un sitio en la web sobre los bombardeos desarrollado para jóvenes y educadores, 286.000 personas vivían en Nagasaki antes del lanzamiento de la bomba; 74.000 fueron muertas instantáneamente y otras 75.000 fueron gravemente heridas.
Aparte de los que murieron de inmediato, o poco después de los bombardeos, decenas de miles más sucumbieron por envenenamiento por radiación y otras enfermedades provocadas por la radiación en los meses, y luego años, que siguieron.
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http://www.rebelion.org/noticia.php?id=89674
Piensa en las criaturas mudas, telepáticas.
Piensa en las chiquillas ciegas e inexactas.
Piensa en las mujeres rotas, alteradas.
Piensa en las heridas cómo rosas cálidas.
Pero nunca olvides la rosa, la rosa.
La rosa de Hiroshima, rosa hereditaria.
La rosa radiactiva, estúpida e inválida.
La rosa con cirrosis, la anti-rosa atómica.
Sin color, sin perfume, sin rosa, sin nada.
LOS IMPERIOS EN SU CONSTRUCCION Y SUPERVIVENCIA CAUSAN ESTRAGOS EN LAS VIDAS DE OTROS PUEBLOS.
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