En la medida que se acerque 2012 veremos una tendencia hacia la desaparición del estado de derecho, la reacción en el poder pondrá como uno de sus objetivos fundamentales la desaparición de las garantías individuales, a fin de aniquilar toda posibilidad de expresión del descontento social. La derecha no está dispuesta a dejar el poder por nada. La militarización de la vida nacional se inserta en esa estrategia. Pero los abusos que se comenten contra la sociedad hacen que la gente supere sus miedos y se exprese por su cuenta. Por otro lado, el caos de la violencia que ha cubierto México ha hecho que quienes detentan el poder económico decidan ver hacia otro lado, concretamente al PRI como una alternativa probable para que el sistema capitalista recupere su capacidad de funcionamiento. Tendremos entonces a un régimen de derecha que ve en la militarización la única alternativa para sostenerse en el poder, y a una opción emergente que no hace sino mostrarnos la alternativa de una vuelta al pasado. La otra alternativa es el impulso a la constitución de un frente nacional que incorpore a todas las organizaciones democráticas del país. El primer objetivo sería construir la resistencia contra este proceso de militarización que podría culminar en un régimen de corte neofascista. Lo otro sería el cuestionamiento del modelo económico de libre mercado y su crisis estructural. Porque la pólvora está en la madre tierra, una chispa puede incendiar el llano. Hay elementos para sustentar la hipótesis de posibles levantamientos de insurrección.
Es cuanto
Ermo
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